Según la última encuesta realizada por la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza, la flexibilización de las medidas han hecho que el número de bares y restaurantes abiertos haya subido del 60 al 84%. Sin embargo, el 88% de los hosteleros aseguran que en estas condiciones su establecimiento no es rentable y el 95% cree que tras la Navidad las medidas volverán a endurecerse.
La apertura del interior de los bares y restaurantes es clave para que muchos establecimientos hosteleros puedan trabajar. Así lo ha reclamado ante la Administración la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza y Provincia y así lo demuestran los datos obtenidos en la última encuesta de la entidad más representativa del sector, que cuenta con unos 800 asociados en toda la provincia.
La apertura del interior de los bares y restaurantes, pese a que el aforo sea del 30%, insuficiente en la inmensa mayoría de los casos, ha supuesto que el 24% de los establecimientos vuelvan a levantar la persiana. De hecho, el 84 de los establecimientos encuestados han vuelto a abrir desde el pasado 15 de diciembre, día en el que se redujeron las restricciones a la hostelería, permitiendo abrir el interior de los establecimientos con un 30% de aforo y, las terrazas, al 100%. Del total de los encuestados, solo el 60% permaneció abierto durante la fase 3 estricta, mientras que el 40% se vieron en la obligación de cerrar sus bares y restaurantes.
En cuanto a los que mantuvieron su local abierto, destaca que el 90,48% lo hizo gracias a su servicio de terraza, el 54,76% ofreciendo comida para llevar y, el 30,95%, comida a domicilio mediante plataformas externas o reparto propio.
Sin embargo, según sentencian el 88,41% de los hosteleros, con las condiciones actuales, su negocio no es rentable. Además, hasta el 95% de los hosteleros encuestados están convencidos de que, después de la Navidad, las restricciones para la hostelería volverán a endurecerse.
Para el Presidente de la entidad, José María Marteles, “tanto los establecimientos que han permanecido abiertos durante las siete semanas de cierre de apertura de interiores, como aquellos que han reanudado su actividad tras la autorización del 30% de aforo de las actividades, actúan guiados más por factores emocionales que económicos. La gente quiere trabajar, son muchos meses de restricciones, aunque es una realidad que desde hace meses se trabaja a pérdidas. A pesar del anuncio de la vacuna, quedan meses muy duros por delante, y el futuro de nuestro sector no es en absoluto esperanzador. Muchas empresas están en una situación financiera límite, y aunque lamentablemente no esperamos que las Administraciones Públicas nos rescaten, sería más que deseable que se replantearan sus políticas de cara al año 2021 para preservar la actividad empresarial y los puestos de trabajo que dependen de las mismas”.