Visitamos el barrio de Las Fuentes junto a su Asociación de Vecinos para conocer más a fondo su historia y su hostelería, así como algunos de los bares más emblemáticos de la zona.
Limitando con el Casco Antiguo, Torrero – La Paz y San José, nos encontramos con el barrio zaragozano de Las Fuentes, compuesto por más de 42.ooo habitantes. En esta ocasión, para conocer un poco más a fondo el distrito contamos con Antonio Garrido, secretario de la Asociación de Vecinos de Las Fuentes, y Diego Luque, presidente de la misma, con quienes charlamos sobre el trabajo que se hace desde la Asociación por el barrio, así como de su hostelería. Y es que a través de la agrupación trabajan no solo para dinamizar el comercio de la zona “que está muy dañado”, explica Antonio, sino para hacerlo a través de la hostelería.
Uno de los principales objetivos de la Asociación es conseguir dinamizar el barrio y el pequeño comercio, haciendo que los vecinos de la zona quieran quedarse a hacer sus compras. Pero no solo los que ya viven en él, sino que la gente de fuera encuentre el barrio como una opción para conocerlo y pasar el día. “Estamos trabajando para que varios autobuses vengan de varios pueblos de alrededor con los vecinos para hacer sus compras. Se trata de un viaje con un precio muy reducido para venir hasta Las Fuentes a pasar el día con un guía y luego disfrutar de un vermut torero antes de que el autobús vuelva”. Y es que según los miembros de la Asociación, las grandes superficies comerciales son las culpables de que los pequeños establecimientos se hayan visto deteriorados. “Desde la Asociación nos interesa que el tejido comercial continúe, porque un barrio que no tiene comercio ni hostelería es un barrio que pierde y en el que no apetece seguir viviendo. Esto hace que desde el punto de vista económico todo pierda valor”, asegura Diego Luque, presidente de la agrupación.
Paseando por el barrio junto a nuestros guías podemos ver como a Las Fuentes no le falta de nada. Comercios, hostelería, bancos y un pulmón verde, el parque Torre Ramona para el que desde la Asociación demandan más atención. “En febrero empezará una fase de rehabilitación. A pesar de cosas que hay que mejorar, se trata de un barrio muy completo con mucho comercio y mucha hostelería. En la calle Compromiso de Caspe podemos encontrar más de 14 bares”, explica Antonio. Aunque el barrio es grande y dispone de todo lo necesario para no tener que salir de él, su crecimiento se ha visto estancado. “En los últimos 15 años se ha perdido población. La crisis de la construcción del 2008 hizo mucho daño. Todos los que vinieron de fuera a trabajar se volvieron a su país y los de aquí se fueron a buscar trabajo”, explica.
Esto mismo hizo que sectores como la hostelería se vieran afectados. “Los obreros eran los que más aportaban a la hostelería comiendo el menú del día en los restaurantes. Pero si no hay constru- cción, este consumo desparece”, asegura Diego Luque. Sin embargo, Las Fuentes sigue siendo un barrio que disfruta de la hostelería y en cuanto la crisis se ha visto superada, los bares han vuelto a resurgir: “En general los españoles cuando tenemos cinco euros de sobra siempre los guardamos para las cañas”. Y bien es cierto, ya que las tradiciones como el vermú no las perdonan en el barrio.
Durante la semana las calles de Las Fuentes están transitadas por los vecinos que salen a hacer sus recados, pero en cuanto llega el fin de semana, los bares lucen sus barras llenas de pinchos y es el momento de disfrutar de la hostelería. “El problema del barrio es que hay más bares que restaurantes, pero no nos podemos quejar de hostelería”, explica, Diego. Si paseamos por sus calles podemos encontrar un bar en cada esquina y muchos de ellos han sabido hacerse un hueco y mantenerse durante los años, como es el caso del Costa Azul, un establecimiento que abrió sus puertas en 1991 y que a día de hoy puede presumir de tener una clientela fija. “Más que trabajar parece que estoy en una comunidad de amigos que me perdonan todos mis defectos”, explica Antonio, dueño del establecimiento.
Durante sus años de trabajo han visto muchos cambios en las costumbres hosteleras, sobre todo influidas por la situación económica que se ha ido dando pero “trabajar mucho es la única manera de mantenerse”, asegura. En el Costa Azul podemos encontrar una barra llena de tapas pero también una carta de bocadillos, raciones y platos combinados con los que disfrutar en este pequeño bar. “Hay que reco- nocer que este barrios siempre ha tenido una mano muy buena de hostelería y eso hace que entre todos nos mantengamos mejor”, explica.
Tras tantos años detrás de la barra, en el Costa Azul han visto pasar generaciones completas de familias. “Hace poco quisimos hacer una reforma completa del bar, pero un cliente y buen amigo me asconsejó no hacerla. Me recordó que el joven que venía con sus padres al bar con cinco años y viene ahora con 30, quiere verlo como estaba. Y tiene razón”, cuenta Antonio.
Muy cerquita del Costa Azul nos encontramos con el Bar Kyos, otro emblemático de la zona que siempre espera a sus clientes con la barra llena de tapas. “Aquí puedes comer de todo. Raciones, bocadillos, platos combinados… Siempre está lleno, sobre todos los fines de semana”, nos cuenta el presidente de la Asociación de Vecinos. El Museo de la Cerveza es otro de los referentes hosteleros no solo en el barrio, sino en toda la ciudad, para disfrutar de una amplia variedad de cervezas y algo para picar.
Y es que si de algo pueden presumir en Las Fuentes es de tener establecimientos especializados, sobre todo en cerveza, como es también el caso de el Bar El Conde, una taberna que lleva más de 20 años afincada en el barrio. “Durante tantos años hemos visto cambiar mucho la clientela y hemos tenido que adaptarnos a lo que pedían”, nos cuenta Ángel, dueño del establecimiento. En la actualidad, en El Conde se puede disfrutar de más de 60 clases de cervezas diferentes y una barra repleta de pinchos para acompañar durante el fin de semana.
“El sábado y domingo son los mejores días para nosotros. No damos comidas, solo tapas a medio día y cerveza. Pero también un buen café. Lo que queremos es ofrecer a los clientes lo que ellos demandan y hacerlo bien”, asegura. No hace falta entrar a todos los bares de Las Fuentes para darse cuenta de que su hostelería goza de buena fama y esto hace que todos los establecimientos estén llenos de gente disfrutando del primer café de la mañana como de la última caña de la tarde. “Pocos bares son los que cierran, y cuando bajan la persiana al poco tiempo vuelve a abrir con un nuevo dueño”.
Como en todas las zonas de la ciudad, el barrio de Las Fuentes sigue luchando por mejorar y convertirse en una opción para vivir en la capital aragonesa. Por eso, desde la Asociación de Vecinos seguirán trabajando tanto en las mejoras sociales, como las económicas y de convivencia. Sin embargo, lo que está claro es que a pesar de los cambios y las adversidades, el barrio de Las Fuentes ha sabido mantener y potenciar la hostelería.