Celebración única con una cata vertical de Chimay Azul y Verde
En el corazón de Zaragoza, La Cebada, una cervecería emblemática dirigida por el apasionado cervecero Raúl Moncho, se ha convertido en un verdadero santuario para los amantes de la cerveza trapense. El pasado mes de noviembre, el local celebró una cata vertical de la afamada cerveza Chimay Azul y una degustación de dos barriles de Chimay Verde. La cita, que contó con la presencia del grand ambassador de Chimay, Fábrice Bordón, atrajo a alrededor de 90 clientes fieles y se convirtió en un evento único para los amantes de esta bebida única.
La exclusiva cata vertical incluyó la degustación de barriles de Chimay Azul desde 2016 hasta la fecha actual, una experiencia única según Raúl Moncho, propietario de La Cebada. «Nadie en el mundo ha podido hacer algo así porque solo quedaba un barril de la de 2016», afirmó Moncho. La incertidumbre sobre el resultado añadió emoción al evento, ya que, según el cervecero, «si al pinchar sale bien será maravilloso, y si sucede todo lo contrario, pues qué le vamos a hacer».
La velada fue un festín para los sentidos, con opiniones diversas entre los clientes que tuvieron la oportunidad de catar estas excepcionales cervezas. Las Chimay Azules, conocidas por su alta graduación alcohólica de nueve grados, ofrecieron una gama de sabores que desafiaron los paladares de los asistentes. A pesar de las variadas opiniones, la unanimidad reinó al hablar de las bondades de la Chimay Verde, una creación especial que conmemora el 150 aniversario de esta cerveza trapense y que apenas se ha elaborado desde entonces.
La Chimay Verde, afrutada y con una presencia marcada de especias como cardamomo y bergamota, dejó una impresión duradera en los participantes. «Es lo que aparece en lugar de lúpulo de una forma evidente», reflexionó Raúl Moncho, destacando la facilidad de beberla a pesar de su contenido alcohólico del diez por ciento. Los dos barriles de 20 litros se agotaron rápidamente, consolidando la posición de La Cebada como un lugar único en el mundo al ofrecer todas las variedades de Chimay en un solo evento.
La Cebada, más que un local para aficionados a las cervezas trapenses, se erige como un verdadero templo cervecero. Raúl Moncho, una enciclopedia viviente de esta bebida, comparte su pasión y conocimientos con aquellos que buscan sumergirse en el fascinante mundo de las cervezas de abadía. Así, para los conocedores y los novatos por igual, La Cebada se presenta como un destino imperdible.