Tras 12 años al cargo, Pedro Giménez se despide de la presidencia de la Asociación de Empresarios de Cafés y Bares.
¿Qué balance hace de estos 12 años como presidente de la asociación?
Ha merecido mucho la pena. Uno de los recuerdos que tengo fue cuando, junto con otros compañeros, comenzamos el Concurso de Tapas. Éramos solo 15 establecimientos y desde entonces, ha ido evolucionando hasta lo que hoy en día conocemos. El mayor impulso, desde luego, ha sido en los últimos 15 años, cuando decidimos que la gente tenía que participar, exponer las tapas en los bares, etc. Esto lo ha llevado al lugar en el que está ahora: el concurso más antiguo de España y el más famoso.
¿Qué finalidad tiene este concurso?
Ganar es importante para el establecimiento, pero lo importante es la participación. Que se hable a nivel nacional e internacional de las tapas de nuestra ciudad y nuestra provincia es un éxito.
Se ha convertido en un evento esperado por los zaragozanos.
Sí, y es un orgullo. La gente nos pregunta cuándo va a ser. Posiblemente, el empuje definitivo se lo dimos en la Expo de 2008. El Ayuntamiento nos dejó un pequeño pabellón y acordamos trabajar las tapas de nuestra ciudad. En total pasaron unos 40 establecimientos y cada semana se cambiaban las tapas. Tuvimos un éxito arrollador, había verdaderas colas esperando a que se abrieran las puertas para entrar a consumir. Lo recuerdo con cariño.
¿Cómo fueron los comienzos?
Asumí la presidencia en 2005 y durante estos años ha habido momentos buenos y malos, hemos conseguido cosas buenas, como el Convenio de Veladores, y también nos han quedado proyectos por acabar que esperemos que se puedan realizar en el futuro.
¿Qué ha sido lo mejor de estos años?
Durante estos años he conocido a mucha gente, tanto en la Asociación como en el sector, que me ha aportado mucho. Yo creo que al final con lo que te quedas es con la gente que merece la pena y con los logros que hemos conseguido para Cafés y Bares y para el sector.
La nueva sede y el centro de formación van a ser algo muy positivo para la asociación en el futuro.
Sí, espero que sí. Trabajar de camarero parece fácil, pero ser un buen profesional es complicado. Hay que ser profesional, conocer los vinos, las cervezas, los aperitivos, etc. En esto hay verdadera carencia en el sector y creo que si este proyecto se enfoca por ahí será extraordinario para nuestro sector.
¿Cómo han sido estos años para la asociación?
Ha habido momentos duros, sobre todo, la famosa crisis de 2007, que afectó mucho al pequeño establecimiento y perdimos volúmen de asociados. Éramos 1500 asociados, aproximadamente, y ahora estaremos alrededor de 900, pero hemos ganado en calidad de servicios. No creo que se vuelva a lo que era 2006, el consumo ha cambiado.
Esta nueva situación ha obligado a los estableciemientos a adaptarse.
Exacto, renovarse o morir. Hay mucha competencia y menos consumo, por lo que cada negocio ha tenido que buscar la forma de adaptarse y sobrevivir.
¿Cuáles han sido los últimos logros de la asociación?
Uno de los últimos logros que hemos conseguido ha sido en la lucha contra lo que consideramos una competencia desleal. Había un tipo de negocio de pastelería-cafetería de los que nuestros asociados se quejaban porque con licencia de panadería se convertían en cafeterías. La diferencia es que a la hora de instalar es mucho menos complicado y los salarios son un 20% o 30% más baratos que con el convenio de hostelería. Los sindicatos entendieron que teníamos razón; los que quieran realizar dos actividades necesitan dos licencias.
Esto demostró la importancia de una asociación como Cafés y Bares para defender al sector.
Sí, porque a veces no logramos transmitirselobien al asociado. Quizá el próximo reto de la asociación sea mejorar la comunicación con los asociados. Estas cosas pasan desapercibidas y son logros muy importantes para el sector. También llevo muchos años trabajando el tema de las apuestas en los bares. Queríamos que en los bares, al igual que hay máquinas tragaperras, se pudiera apostar. Todo lo que sea sumar y no restar bienvenido sea, sobre todo, en los barrios. Esperemos que este proyecto en el que hemos trabajado también pueda salir adelante en los próximos años.
¿Qué balance hace de toda esta etapa como presidente y vocal?
Positivo. Ha habido momentos en los que te vienes abajo cuando las cosas no salen y llevas tanto estrés, pero he tenido una persona en mi casa para adelante. He tenido momentos en los que he pensado en dejarlo todo y olvidarme, pero mi mujer siempre me ha insistido y gracias a ella he podido estar tantos años. Pero el balance general es positivo, creo que ha habido muchos momentos buenos que malos. Cuando hago balance siempre pienso que se podrían haber hecho cosas mejor, porque soy un inconformista, pero siendo objetivo, creo que junto a las personas con las que he trabajado durante estos años hemos conseguido cosas importantes para el sector.
¿Algún deseo para el futuro de la asociación?
A mí me gustaría que no se precipiten y piensen bien las decisiones. Cualquier decisión precipitada tiene riesgos. Deseo que sigan avanzando, que hagan proyectos, porque todavía hay muchas cosas por hacer, y que los intenten hacer lo mejor posible. Tienen que pensar que están representando a muchas familias y negocios.
¿Y para la hostelería zaragozana?
Me gustaría que se arreglase la situación y que los responsables públicos traten a los negocios de hostelería con más cariño y los tengan en más consideración. También que al abrir establecimientos no hubiera tantas trabas y fuera más fácil.