Aquellos que quieran seguir con licencia de comercio, como hasta ahora, sólo podrán tener una barra de menos de dos metros. Los que tienen mesas o veladores pasarán a ser considerados hostelería.


 

 

El Gobierno de Aragón ha decidido regular las panaderías y pastelerías que hasta ahora realizaban actividades de hostelería pese a que son comercios, por lo que hacían una competencia desleal aprovechando las ventajas de una normativa menos exigente en cuanto a seguridad, acondicionamiento o insonorización, además de una menor inversión y salarios muy inferiores a los del sector pese a que los empleados realizan el mismo trabajo. “Durante casi tres años, la Asociación de Empresarios de Cafés y Bares de Zaragoza, junto a la Federación de Horeca y el apoyo de los sindicatos de trabajadores, han luchado por la aprobación de esta medida frente a la interpretación inapropiada de la palabra ‘degustación’ y la ambigüedad creada a favor de estas actividades por el Ayuntamiento de Zaragoza, que ha permitido a estos negocios convertirse en bares y cafeterías encubiertas”, asegura Jorge Bernués, gerente de la Asociación de Cafés y Bares.

A partir de ahora, las panaderías, pastelerías y otras tiendas de alimentación que sirven bebidas o alimentos para su consumo o degustación en el propio local serán consideradas actividades hosteleras, salvo aquellas que ofrezcan sus productos acompañados de cafés, chocolates, infusiones o bebidas refrescantes mediante una barra, un mostrador con o sin sillas que en ningún caso podrá exceder los dos metros de longitud. Hasta ahora disponían de mesas y veladores para sus clientes, algo que no podrán seguir haciendo salvo que soliciten la licencia de funcionamiento como actividad de hostelería.

Los titulares de este tipo de establecimientos tendrán un plazo de dos meses desde que se publique en el Boletín Oficial de Aragón para solicitar la licencia de funcionamiento o inscribirse en el Registro de Turismo o para adaptar las condiciones del local para disponer únicamente de la “barra de degustación” y quitar las mesas, veladores o mobiliario propio para el consumo de sus productos.

Según el criterio aplicado en los últimos años por el Ayuntamiento, muchos de estos establecimientos, al ser considerados comercios, han podido abrir sus puertas en Zonas Saturadas en las que no se permitían abrir nuevos negocios hosteleros, por lo que hasta ahora serán consideradas actividades a extinguir.

Con esta medida también se cierra el paso a la implantación de otras actividades similares que estaban comenzando a implantarse”, explica Bernués, quien pone varios ejemplos: “Tiendas de alimentación que ofrecen sus productos en el establecimiento, tiendas gourmet en las que ofrecen cenas, promociones de alimentos que se consumen en el local previo pago, algo que es contrario al término degustación, venta de comidas preparadas que se pueden consumir allí e incluso fruterías que ofrecen la posibilidad de comer de ensaladas. Siguiendo esta tendencia, otros comercios como pescaderías o carnicerías podrían haber seguido extendiendo esta práctica”.

El Gobierno de Aragón, se adelanta así a otras comunidades que están empezando a sufrir este intento de crear unas actividades atípicas pero que en el fondo son claramente hostelería”, finaliza el gerente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza.