La tapa ‘Bonito Estacional’ del bar Darlalata fue elegida por unanimidad del jurado como vencedora del XXIII Concurso de Tapas. La propietaria, Ana Isaura y el cocinero, Alejandro Viñal son los artífices de esta tapa ganadora.
La cara de emoción del cocinero Alejandro Viñal cuando se proclamó el nombre de la tapa ganadora y la alegría con la que subió al escenario junto con la propietaria del local Ana Isaura, es uno de esos recuerdos que no se olvidan. Este trofeo era el premio al esfuerzo y al trabajo bien hecho de este bar que abrió sus puertas hace tres años. La Mejor Tapa de Zaragoza ha llegado esta edición desde un céntrico local ubicado en la calle Doctor Casas.
Se trata de una taberna salazonera en la que su especialidad es el pescado fresco de temporada. Darlalata surgió hace tres años mientras tres amigos tomaban un vermú. Con mucho esfuerzo e ilusión decidieron embarcarse en este proyecto. ¿Su objetivo? Traer un trocito de mar a la ciudad del cierzo. Y lo han conseguido, porque esta taberna salazonera ofrece una gran variedad de platos caseros donde el producto estrella es el pescado en todas sus variedades: salmón marinado, bacalao, bonito…
Aunque inicialmente el producto que ofrecían era muy diferente al que podemos encontrar en Darlalata actualmente. Cuando comenzaron, los platos que ofrecían salían directamente de las latas (como el propio nombre del bar indica), pero poco a poco sus clientes fueron cambiando el concepto y ahora su cocina es totalmente casera y elaborada en el momento. “Al final las latas se pueden comprar pero lo que busca la gente es lo casero y diferente”, afirma Viñal.
Y como no podía ser de otra manera, la tapa que presentaron al concurso llevaba como ingrediente principal pescado, concretamente bonito. El jurado fue rotundo al elegirla como tapa ganadora y es que, ‘Bonito estacional’ no deja indiferente a nadie. Pero… ¿qué ingredientes se esconden detrás de la vencedora del concurso? Una fusión de sensaciones y sabores: bonito, tomate rosa de Híjar, salsa de soja, cacahuete de wasabi, katsuobushi (virutas de bonito seco y ahumado) y pétalos de caléndula y alhelí sobre una tostada de pan de cristal.
La idea de Viñal era jugar con la representación de las cuatro estaciones del año en la tapa; de ahí su nombre: ‘Bonito estacional’. La primavera está representada con flores frescas: caléndula y alhelí, además de dar un toque ligero con la rayadura de lima. El cacahuete wasabi y el katsuobushi son los encargados de dar el sabor otoñal a la tapa. Mientras que es el propio bonito el que representa la oposición del verano e invierno. Saltean el pescado y de esta manera, por dentro queda sin hacer y por fuera queda ese calor residual; para que al llevarlo a la boca experimentemos esa sensación de calor y frío al mismo tiempo. Todo esto se coloca cuidadosamente encima de un pan de cristal y en tan solo dos o tres bocados conquista el paladar de todo aquel que la pruebe.
El éxito de esta combinación fue rotundo, tanto en el jurado del concurso como en el propio bar durante el desarrollo del Concurso de Tapas. “Creo que no ha habido nadie que haya dicho que esta tapa no le gusta. El trabajo duro tiene su recompensa. Y el resultado es que nuestros clientes nos lo agradecen diciendo que esta tapa es espectacular”, cuenta así Viñal la buena acogida que ‘Bonito estacional’ tuvo entre su clientela durante el concurso. Aunque no estaban convencidos de que fueran a alzarse con el primer premio, la propietaria Ana Isaura no perdió nunca la esperanza: “Desde un principio la idea fue ir a por todas y teniendo a Alejandro Viñal en la cocina… Nunca sabes si vas a ganar pero siempre tuvimos esperanza”. ‘Bonito estacional’ ha conquistado al público y jurado y es que, sin duda, al probar la tapa podemos adivinar todo el esfuerzo e ilusión que hay detrás. Isaura lo tiene claro: “Definitivamente, todo el trabajo ha merecido la pena”.