“Nos ha infectado el virus del mal hacer de los políticos”

 

Nuestro bar era muy familiar con clientela fija pero con servicio solo de barra, por lo que las reduccio- nes de aforo y los límites horarios nos han perjudicado severamente con tan solo 30 plazas dentro del bar. Nos vimos en la obligación de realizar ERTES y las pérdidas iban aumentando, por lo que nos sentimos sin el apoyo suficiente para que estar abiertos nos saliera rentable. Los pequeños hosteleros hemos pasado a la muerte súbita sintiéndonos desamparados y con cero apoyo de las instituciones públicas. Pero tenemos que agradecer enormemente a toda la clientela que también han sido amigos en momentos tan complicados como los que hemos pasado y también el apoyo por parte de los proveedores. Nos ha infectado el virus del mal hacer de los políticos que ha afectado a todo el sector.

MIRIAM IVACHECHEN

Rock and Tapas (Cese de negocio)

“Los primeros meses fueron una montaña rusa para nosotros”

Justo tras el confinamiento estricto de España cuando supimos que Pablo y Raúl, anteriores propietarios del negocio, lo traspasaban sentimos bastante tristeza, porque éramos clientes habituales, pero sobre todo porque somos vecinos del barrio y queríamos que siguiera abierto. Los primeros meses fueron una montaña rusa para nosotros. En verano, a pesar de que mucha gente no estaba en la ciudad, comenzamos a conocer a muchos de los clientes que a día de hoy ya casi podemos considerar amigos. Ha habido meses muy duros, como noviembre, el momento en el que las restricciones fueron mayores, pero también momentos de gran satisfacción tanto personal como profesional. También estamos satisfechos por la acogida por parte del resto de negocios de la zona. Cada día que pasa estamos más cerca del final y con ella, de poder disfrutar de toda la esencia de la Pollería San Pablo.

 

ALBERTO Y CELIA

Bar Pollería San Pablo (Apertura de negocio)

“Con un bar pequeño las restricciones afectan el doble”

Aunque ahora vamos remontando, los primeros meses de pandemia fueron un caos. Era una incertidumbre constante. Pensábamos que iban a ser solo 15 días de cierre, pero todos sabemos que no fue así y nunca nos habíamos visto en una igual. No había idea de abrir, y cuando lo permitieron, la hostelería fue el sector más atacado por las restricciones. En los bares es donde más socializa la gente, se trabaja de cara al público y eso nos ha perjudicado. Y cuando tienes un bar pequeñito como es La Peña, los límites de aforo afectan el doble. Además, la situación personal no acompañó, por lo que fueron meses muy duros. Pero, poquito a poco vamos viendo la luz. Estamos muy contentos con la clientela, que ha respondido muy bien desde la reapertura. Y tenemos pendiente montar la terraza en verano, hemos hecho una importante inversión económica porque la cuota del Ayuntamiento es muy alta. Así que ahora vamos con ganas de todo y con el ánimo para adelante.

IKER MENSURO
Bar La Peña

 

“Las expectativas de futuro prometen mucho”

 

El inicio de la pandemia fue un túnel sin final. Cuando nos dejaron abrir en junio con el 50% de aforo pensamos en si ibamos a poder resistir. Los ERTES paliaron un poco los pagos de Seguridad Social y salarios. Tuvimos la fortuna de que durante un par de meses no nos cobraron el alquiler y han estado cobrándonos la mitad, algo que ha sido muy importante para continuar. Cuando nos volvieron a cerrar, a pesar de ser ocio nocturno, en el espacio de la Plaza del Pilar hicimos la petición de terraza y nos dieron una parte importante que nos llevó a vivir con los horarios de día. Ha sido también parte importante la financiación que hemos podido conseguir a través de las entidades financieras y alguna pequeña ayuda del Gobierno de Aragón. Estamos ilusionados con la apertura del ocio nocturno para poder empezar a poder trabajar y resarcirnos. Ha sido muy duro y hemos perdido mucho dinero, pero las expectativas de futuro son prometedores.

ÁNGEL VALIOS
Discoteca Daluxe