Mari y Manolo abrieron el Nevada como una heladería y gracias a los soldados americanos comenzaron a hacer hamburguesas, un producto desconocido en España. Cuando se jubilaron traspasaron el negocio a sus actuales dueños, que llegaron a convertirse en su familia.
En 1957 el Bar Nevada abrió sus puertas sin saber que se convertiría en un establecimiento emblemático de Zaragoza, situado en la plaza San Francisco. A diferencia de lo que muchos piensan, este local echó a andar como una heladería. Sin embargo, un grupo de militares de la Base Aérea Americana de Zaragoza cambió su rumbo.
“Todo empezó con un matrimonio joven, Mari y Manolo, cuando abrieron este local como una heladería. Los militares cogían el autobús al lado del Nevada y les pidieron si podían hacerles hamburguesas”, cuenta Nacho Lacueva, actual propietario del local.
Por aquella época ni el ketchup ni el pan redondo habían llegado a España, “así que un cocinero de la Base enseñó a esta pareja a hacer las hamburguesas, pero con un pan alargado”, explica.
Esto se ha convertido en un sello de identidad, ya que su salsa de tomate casera para sustituir al ketchup sigue siendo su producto estrella. “Todo es casero, eso es lo que nos hace mantenernos tantos años”.
Tras muchos años de actividad, Mari y Manolo tuvieron que jubilarse y al no disponer de descendencia directa cedieron el turno a José Manuel y Palmira, suegros de Nacho, y actuales propietarios.
“La tía Mari y el tío Manolo se convirtieron en familia para nosotros. Cada mañana, cuando mi suegro venía a cocinar para el bar y para nosotros, les acercaba a ellos la comida. Vivían a unas calles del Nevada y pasaron a formar parte de la familia. En Navidad, vacaciones y fechas señaladas, ellos siempre estaban con nosotros”, asegura Nacho con emoción.
Desde el relevo de propietarios del Nevada, han mantenido sus productos estrellas, incluyendo algunos bocadillos típicos como el de bacon y queso o lomo con pimientos.
“Lo que hemos hecho es añadir más productos a la carta para ofrecer una mayor variedad a los clientes”, indica Nacho.
Tras 60 años de trayectoria manteniendo la esencia del Nevada, y trabajando de la mano la segunda y tercera generación, en noviembre celebrarán una fiesta por todo lo alto.
“Hasta la fecha, tenemos preparado el sorteo de un crucero. Y en noviembre, mes clave del aniversario, tendremos la gran fiesta”, indica Nacho.