El bar Cirilo es uno de los establecimientos más populares del pueblo zaragozano de Sobradiel. Ubicado en la calle del Rosario número 2, a menos de cinco minutos caminando del Ayuntamiento de Sobradiel, ofrece bocadillos, tostadas, tapas y menús infantiles para los más pequeños. Como ellos definen, ofrecen el mejor servicio desde 1953.

 

Este pequeño bar de Sobradiel empezó sirviendo vermús y aperitivos antes de comer, luego pasó a servir cenas. Ahora, Alberto Ruiz y Alfredo Ruiz, nieto e hijo de los fundadores respectivamente, Cirilo Ruiz y Flora Buil, sirven vermús, tapas y bebidas por la mañana y la tarde, comidas, y cenas. Aunque la especialidad del bar siguen siendo los vermús los sábados, domingos y festivos, unos días en los que no faltan los pinchos en la barra.

 

 

El confinamiento y la llegada de la “nueva normalidad” supuso un punto de inflexión para el bar Cirilo, que intentaba recuperarse de las enormes pérdidas de meses sin actividad. En esos meses la prioridad era sobrevivir como fuese y no tener que bajar la persiana para siempre. “Cerramos de un día a otro, tuvimos que tirar cientos de euros en género que no pudimos utilizar. Solo nos llamaban para confirmar cancelaciones”. Ahora la realidad es diferente: el bar Cirilo vuelve a tener la misma vida que antes del COVID y las mesas se llenan los fines de semana y festivos.

 

Iniciativas como la “XIII Ruta de tapas” han colocado al bar Cirilo en el centro de las Fiestas de San Marcos de 2022 celebradas en abril. La oferta de caña o vino y una tapa por solo 2,50€ se convirtió en un forma perfecta de dar a conocer la variedad de tapas del establecimiento. “Vamos actualizando la carta, sobre todo en fiestas. También metemos cada cierto tiempo nuevas tapas y raciones que creemos que pueden funcionar”, asegura Alberto Ruiz. 

 

Cuando le preguntamos por su plato estrella nos contesta: “a mí me dicen que todo está muy bueno”. Sepia, calamares, croquetas de jamón o de boletus, manitas de cerdo o huevos rotos con jamón y foie son algunas de las raciones que se agotan a diario.

 

¿Fórmula del éxito? El nieto de los fundadores prefiere llamarlo entre risas esfuerzo, vocación y esclavitud. “Tener un bar implica trabajar cuando todos descansan, no tener vacaciones cuando te gustaría, madrugar, quedarse hasta tarde… ”. 

 

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