El Bar Génesis, situado en la calle de Joaquín Sorolla, lleva 36 años como referente del marisco y los productos del mar en Zaragoza.


El 12 de febrero de 1981, cuando el presidente de España era Adolfo Suarez y el país ni si quiera formaba parte de la comunidad económica europea, abrió sus puertas en la calle de Joaquín Sorolla de Zaragoza el Bar Génesis. Enrique Villena tan solo tenía 26 años, varios más que su mujer, Ana Isabel Villena, junto a la que comenzó la que ha sido una de las grandes aventuras de sus vidas.

Al menos, en lo que se refiere a trabajo, ilusión y tiempo invertido. 36 años después, ambos siguen compartiendo barra y cocina y, sobre todo, manteniéndose como una de las grandes referencias de la capital aragonesa en lo que a mariscos y productos del mar se refiere. “A mí siempre me han gustado mucho la pesca, el mundo del mar y el marisco, así que poco a poco me fui decantando por este tipo de productos. La especialización ha sido fruto de mis gustos personales. Creo que cuando haces algo que te gusta tanto lo haces mucho mejor, porque te crees lo que le cuentas al cliente. Además, el marisco es un producto muy delicado y hay que saber tratarlo”, explica Villena tras la barra en la que ha pasado los últimos 36 años.

Bar Génesis

Uno de mis mayores orgullos es haber convertido el Génesis en un referente para los amantes del marisco”, relata el dueño de este establecimiento, que ha logrado conquistar a varias generaciones de clientes. “Ahora vienen los hijos y nietos de nuestros primeros clientes. Eso es una gran satisfacción, porque es una señal de que formamos parte de sus vidas y de su historia”.

Otro de los pilares del éxito de este negocio, gracias al que ha logrado sobrevivir todos estos años, es la calidad y variedad de producto, ya que el propio Enrique Villena acude cada madrugada a comprar el género y todos los días se pueden probar más de 100 opciones diferentes en la amplia carta del Génesis, desde las suculentas raciones de marisco a otras opciones más sencillas, incluso algunas para aquellos que no son devotos del marisco o el pescado.

Pero… ¿Cuál es el secreto de la longevidad de este bar? “Mucho coraje, fuerza y sacrificio, cuidar el producto y cuidar a la gente”, explica este hostelero. En la actualidad abren de jueves a domingo, además de los festivos y vísperas.

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